Centro de Salud
Calanda, Teruel. 2007
El edificio está situado en la zona alta del pueblo, entre calles de fuerte pendiente y en un entorno caracterizado por la fragmentación, los colores claros de los revocos y la variedad de huecos. El desnivel en la alineación principal se resuelve con un muro quebrado y una pequeña plataforma donde se produce el acceso siguiendo una suave pendiente; las urgencias y la atención primaria comparten este acceso. El programa se organiza con un patio central que aporta luz y privacidad, especialmente a las consultas, cuya zona de espera vuelca, por encima de las casas, hacia la vista de la sierra cercana. La planta primera ocupa el lado norte del volumen para minimizar su impacto sobre la silueta del pueblo, pero provocando una macla de lectura sencilla con referencias a la arquitectura del lugar. Si frente a las casas del pueblo se busca la fragmentación y la variedad de huecos evitando lo doméstico, en la fachada principal se enfatiza el carácter público con una gran cristalera y una marquesina ligera. Si la piedra en seco marca la cota de arranque del edificio y recuerda a las construcciones rurales, los volúmenes prismáticos y sin ornamento, de aristas marcadas y textura continua, remiten a la cultura actual. Sobre la cubierta, una caja metálica cerrada oculta las instalaciones y completa la composición general.