Restauración de la Torre del Trovador del Palacio de la Aljafería
Zaragoza. 1998
En esta torre de la Aljafería cobró especial interés el análisis del muro de dos hojas de piedra y relleno intermedio de la base, y la consideración del valor documental y expresivo del tapial calicostrado de los muros de las plantas altas. En la base se recuperó la solidaridad entre las capas del muro con taladros armados con acero inoxidable o fibra de vidrio y se rellenaron los huecos interiores inyectando lechadas sucesivas de cal. En los muros de tapial se conservó la superficie exterior original con su textura, así como las reparaciones antiguas que trataban de imitar la original, tanto como muestra de aquel sistema constructivo como por el resultado plástico del conjunto que muestra una pátina adquirida por el tiempo, sabiendo que el muro necesita de la protección que supone este acabado exterior. Para consolidar el calicostrado original y los sucesivos morteros de reparación se acometió un programa extensivo de micro-inyecciones de lechada de mortero de cal o de resina, que fijo el revestimiento a su base, y se sellaron las entradas de agua, de modo que después pudo realizarse una suave limpieza de la superficie. En la cubierta dieciochesca de madera se sustituyeron las prótesis de hierro por piezas de madera, se mejoró su apoyo en el muro y se colocaron tensores para contrarrestar los esfuerzos horizontales.